VUESTRO PÁRROCO, P. LUIS LÓPEZ CASTELO, SE VA
Mis estimados feligreses y
feligresas: Así es, me voy. Después de desempeñar mi misión como párroco durante once años en
esta parroquia tan peculiar, la Obediencia me ha destinado a Santiago de
Compostela, a un nuevo Centro de Pastoral Vocacional de los Padres Somascos.
Fueron
once años los que pasé aquí con vosotros y os aseguro que se ha tratado de una
experiencia muy positiva para mí. En todo este tiempo he intentado relacionarme
con todos vosotros y ser un buen párroco
y estar siempre a vuestra disposición como sacerdote tratando de colaborar y ayudar en todo aquello que me era posible.
No obstante, soy bien consciente de que resulte normal el hecho de que a
algunos no les haya complacido mi forma de ser o de actuar; pero yo, por lo
menos conscientemente, no creo haberle faltado ni causado daño alguno a nadie.
Aun así, no me olvido de mi condición humana y sé que he podido equivocarme
muchas veces; de ahí que, con toda humildad, pida perdón públicamente si no he
sabido dar el buen ejemplo que me corresponde.
Por
otra parte, doy gracias a Dios y a todos vosotros por la estima y consideración
que siempre me habéis demostrado a mí y a los Padres Somascos y por valorar
positivamente la labor pastoral que llevamos a cabo entre vosotros. Y, por
supuesto, también unas gracias especiales a todos aquellos que han visto en mí
no sólo al sacerdote, sino también a un amigo. La gran confianza y amistad que
me habéis dispensado, tened por cierto que no se verán defraudadas porque, esté
en donde esté siempre os recordaré con todo el afecto del que sois merecedores.
Permitidme,
queridos feligreses y feligresas, que al marcharme de esta parroquia os haga
unas breves recomendaciones que me salen de lo más profundo del corazón:
1ª Luchad sin desfallecer para que la
unidad y la concordia reinen entre todos vosotros; sólo así podréis conseguir
grandes cosas para beneficio de la parroquia
y de vosotros mismos.
2ª Tened como valor fundamental de
convivencia el respeto mutuo. Cuando no respetamos la libertad de los demás,
cuando somos envidiosos, criticamos, murmuramos o calumniamos, estamos dando
una imagen de malas personas y, al mismo tiempo que perjudicamos a los demás,
nos estamos perjudicando a nosotros mismos.
3ª No os olvidéis de vuestra condición
de cristianos. Tratad, pues, de vivir vuestro compromiso de fe intentando hacer
realidad en vuestras vidas la Palabra de Dios. No faltéis a la misa los
domingos. La misa es el mayor culto que nosotros los cristianos podemos y debemos
darle a Dios. Y, por favor, sed unos grandes devotos de la Virgen María,
nuestra Madre y patrona.
4ª Agradezco, de todo corazón, a todos
los grupos colaboradores de la parroquia y a todos los particulares que de una
u otra forma también colaboran, vuestra ayuda generosa y desinteresada y os
invito a seguir ayudando en todo lo que podáis según vuestras posibilidades
para que esta parroquia sea una comunidad viva de creyentes y siga haciendo
camino como a lo largo de estos 50 años. Felicidades.
Feligreses
y feligresas de la Mare de Déu del Roser, el P. Luis, vuestro párroco, se va,
pero los Padres Somascos siguen entre vosotros estando a vuestra disposición y
servicio y con la intención bien clara de continuar con la tarea pastoral que
nos han encomendado y que estamos llevando adelante.
Por
último, os encomiendo al Señor, a Nuestra Señora del Rosario y Madre de los
Huérfanos y a S. Jerónimo Emiliani para que nunca os falten las bendiciones del
Cielo; al mismo tiempo que pidáis mucho para que el Señor envíe muchas y santas
vocaciones sacerdotales y religiosas a su Iglesia.
Os abraza vuestro párroco y amigo
que os deja, pero que no os olvida. Hasta siempre.
P. Luis López Castelo
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