Siervo de Dios, Federico Cionchi (Hermano Righetto)
Federico Cionchi, llamado popularmente “Righetto”, nace en San Lucas de Montefalco (Perugia) el 15 de Abril de 1857, en el seno de una familia numerosa y muy pobre.
Con cinco años, entre las ruinas de la Capilla de San Bartolomé, Righetto vivió la experiencia de las apariciones de la Virgen, de las cuales tuvo lugar el origen del Santuario de la Madonna della Stella (Nuestra Señora de la Estrella), que rápidamente se convirtió en meta de peregrinajes.
Después de la muerte de su padre, Righetto fue a vivir con su familia a Cannaiola, pueblo original de su madre.
El arzobispo de Espoleto, mons. Arnaldi, pensó en acoger a Federico en su Seminario para iniciarlo en la formación al sacerdocio; el proyecto se vino abajo debido a la muerte del arzobispo.
Por el interés personal del Papa, Pío IX, es acogido como huérfano en el Instituto Tata Giovanni de Roma, a donde lo acompañó su párroco el 6 de Abril de 1869.
El 1 de Enero de 1870, hizo la Primera Comunión. Permaneció en el Instituto nueve años.
En el año 1878, Federico entró en la Congregación de los Padres Somascos en Roma, como laico agregado. En el año 1880 fue transferido a Bassano Veneto, donde prestó su obra en el Orfanato, como asistente de los huérfanos y maestro de carpintería. En el año 1883, el hermano Righetto fue llamado a formar parte de la comunidad religiosa de Santa Maria Maggiore (Santa María la Mayor) de Treviso, donde permanecerá por cuarenta años, atendiendo fielmente a su labor como sacristán en el Santuario.
La Capilla de la Virgen, corazón del Santuario, fue el centro de su vida. Hombre de gran inocencia y humildad, se recuerda por su continua oración, su laboriosidad, su aspecto reservado y su paciencia; estaba siempre disponible a las necesidades de todos, siempre con “su sonrisa”.
En el año 1919 sufrió una intervención quirúrgica, debido a un carcinoma; a pesar del avance de la enfermedad y de las molestias post-operatorias, no abandono sus obligaciones, ni tan siquiera las más fatigosas. No se lamentaba nunca; a quien le preguntaba por su enfermedad, le respondía con una sonrisa.
Murió el 31 de Mayo de 1923, edificando a todos con su muerte.
En el año 1932, su féretro fue trasladado desde Treviso al Santuario de la Madonna della Stella (Nuestra Señora de la Estrella), donde es visitada su tumba por numerosas personas que se encomiendan a él.
Durando y extendiéndose su fama de santidad, también fuera de Italia, acompañada esta de muchas gracias atribuidas a su intercesión, el Obispo de Treviso, el día 8 de Diciembre de 1981, introdujo la causa de Beatificación, la cual se concluyó en su primera parte, en Treviso, el 21 de Noviembre de 1984 y está continuando en la Congregación Vaticana de la Causa de los Santos, con la presentación del material recogido.
Oración
Para obtener gracias de Dios por intercesión y
glorificación del Siervo de Dios Federico Cionchi
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que te complaces en habitar en los corazones humildes y sencillos y te dignas exaltarlos, te suplicamos humildemente que nos concedas la gracia que de ti imploramos por la intercesión y glorificación de tu siervo Federico Cionchi.
Santísima Trinidad, único Dios, ten piedad de nosotros.
Padrenuestro, Avemaría y Glória.